Priorizar el lenguaje

Como familia de un niño sordo o con problemas de audición, una de las decisiones más importantes que deberá tomar es cómo brindarle a su hijo acceso al lenguaje. No se trata solo de brindarle acceso al sonido o incluso al habla, sino de garantizar que su hijo tenga acceso completo al lenguaje.

¿Cuál es la diferencia entre habla y lenguaje?

El lenguaje es el medio por el que los niños se comunican, piensan y entienden el mundo. Es esencial para el desarrollo del cerebro y el aprendizaje. Existen muchos idiomas hablados, como el español y el inglés, y muchos lenguajes de señas, como el lenguaje de señas americano (ASL) y el lenguaje de señas keniano. Todos los idiomas, tanto hablados como de señas, son igualmente buenos "alimentos para el cerebro" para el aprendizaje y el desarrollo de los niños.

La forma en que se expresa un idioma se denomina “modalidad”. Los idiomas hablados, como el inglés, se expresan mediante el habla (modalidad auditiva/oral), mientras que los idiomas de señas, como el ASL, se expresan mediante el lenguaje de señas (modalidad visual/manual). Los idiomas son sistemas complejos basados en reglas que comunican significados. Los idiomas actúan como alimento para el cerebro: aprender a comprender y utilizar estos patrones complejos es crucial para un desarrollo saludable. Los niños no solo necesitan tener acceso al habla o al sonido, sino que necesitan tener acceso total al lenguaje en sí.

Dar a los niños sordos y con dificultades auditivas acceso al lenguaje

Muchos niños sordos o con problemas de audición corren el riesgo de perder el lenguaje, especialmente en sus primeros años. Cuando esto sucede, no solo afecta la comunicación, sino que puede tener consecuencias duraderas en su crecimiento cognitivo, social y académico. La buena noticia es que es totalmente prevenible.

Lo más importante es garantizar que su hijo tenga mucha exposición accesible al lenguaje.

Métodos confiables para acceder al lenguaje

Para los niños sordos o con problemas de audición, el lenguaje hablado no es totalmente accesible. Las tecnologías como los audífonos y los implantes cocleares pueden ayudar a brindar acceso al sonido, pero no siempre brindan un acceso perfecto al lenguaje. De hecho, más de la mitad de todos los niños sordos, incluso aquellos con niveles de audición leves a moderados, no aprenden completamente el lenguaje hablado.

Los lenguajes de señas como el ASL pueden brindarle a su hijo el "alimento cerebral" que necesita y son completamente accesibles para los niños sordos. Al usar el lenguaje de señas desde el principio, le brinda a su hijo las herramientas que necesita para comunicarse, pensar y crecer, pase lo que pase.

Algunas familias consideran centrarse primero en el lenguaje hablado y recurrir al lenguaje de señas más adelante, si es necesario. El problema de este enfoque es que no hay forma de predecir si un niño tendrá un éxito total con el lenguaje hablado. Los niños no pueden darse el lujo de pasar esos primeros años críticos sin un acceso total al lenguaje; es demasiado arriesgado. Si un niño no tiene acceso total al lenguaje durante este período vital, puede perder oportunidades clave para desarrollar habilidades de pensamiento, formar conexiones sociales y relacionarse con el mundo. Esperar demasiado para introducir un lenguaje completamente accesible puede provocar retrasos que son difíciles de superar.

Aquí es donde entra en juego el lenguaje de señas. Es una forma de garantizar que su hijo tenga un lenguaje rico y accesible desde el principio. Al utilizar el lenguaje de señas desde el principio, le está dando a su hijo las herramientas que necesita para comunicarse y crecer, pase lo que pase.

Pero no hablo ASL con fluidez, ¿podrá mi hijo tener éxito igualmente?

¡Sí! Muchas familias comienzan a aprender ASL junto con sus hijos y ambos crecen juntos. Incluso si al principio no lo dominas, lo más importante es brindarle a tu hijo una exposición constante al idioma. Con el tiempo, te sentirás más cómodo y tu hijo se beneficiará de tener acceso a un idioma completo.

¿Aprender ASL ayudará a mejorar las habilidades de inglés de mi hijo?

Sí, aprender ASL puede contribuir al desarrollo general del lenguaje de tu hijo, incluido el inglés. Las investigaciones demuestran que el uso del lenguaje de señas junto con el lenguaje hablado no retrasa el desarrollo del habla. De hecho, puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades de comunicación más sólidas en ambas áreas.

¿Tengo que elegir ASL o inglés?

¡No! No tienes que elegir entre una u otra: el ASL puede ser parte de una experiencia lingüística bilingüe enriquecedora que favorezca el desarrollo de tu hijo en todos los sentidos. Al brindarle a tu hijo acceso al lenguaje de señas, le estás abriendo más puertas. Te estás asegurando de que pueda prosperar en todos los entornos, ya sea con el lenguaje hablado, el lenguaje de señas o ambos. Se trata de asegurarte de que tenga el lenguaje completo y enriquecedor que se merece.

Puntos clave para las familias:

• El acceso al lenguaje es fundamental : su hijo necesita un lenguaje completo y accesible desde el principio, ya sea a través del lenguaje de señas, el lenguaje hablado o ambos.

• Depender únicamente del habla es riesgoso : puede retrasar el desarrollo del lenguaje de su hijo, especialmente durante esos primeros años críticos.

• El uso del lenguaje de señas desde una edad temprana apoya el crecimiento de su hijo en todas las áreas, incluida la comunicación, las habilidades sociales y el bienestar emocional.

• No tiene que elegir : el lenguaje de señas puede funcionar junto con el habla, brindándole a su hijo la mejor posibilidad de prosperar.

  
  

Acceso completo desde el principio

Darle a su hijo acceso al lenguaje de señas garantiza que no se pierda esas oportunidades críticas de aprendizaje temprano del lenguaje, incluso si el lenguaje hablado lleva tiempo desarrollarse. El ASL proporciona una forma clara y confiable para que su hijo se exprese, comprenda el mundo que lo rodea y comience a comunicarse de inmediato, algo muy importante para el desarrollo emocional, social y cognitivo.

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