
Elección de los padres en la educación de los sordos
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La frase «elección de los padres» aparece con frecuencia en las conversaciones sobre opciones educativas para niños sordos. Suena empoderador: ¿quién no querría que los padres tuvieran voz en el aprendizaje de sus hijos? Pero si profundizamos un poco, salen a la luz algunas verdades incómodas.
Muchos profesionales utilizan el concepto de «elección de los padres» como argumento en contra del lenguaje de señas. Argumentan que no fomentan el uso del lenguaje de señas en las familias porque desean respetar sus decisiones y creen que las familias prefieren que sus hijos no lo utilicen. Este argumento es complejo y requiere un análisis profundo, pero aquí presentamos algunos problemas.
Parte de la premisa de que las familias no quieren que sus hijos aprendan lengua de signos, una idea que carece de pruebas sólidas que la respalden.
Enfrenta la "elección de los padres" contra el ASL, lo cual es una falsa disyuntiva. Creemos que ambos padres deben tener la libertad de tomar decisiones por sus hijos. El lenguaje es fundamental para la conexión humana y la cultura, y compartir prácticas y tradiciones lingüísticas con los niños es esencial para la crianza. Animar a las familias a ofrecer a sus hijos un idioma totalmente accesible no menoscaba ninguna de esas libertades ni oportunidades de conexión.
Para que los padres tomen decisiones informadas sobre sus hijos, necesitan información completa, no solo sobre los métodos disponibles, sino también sobre los posibles resultados. Las probabilidades de que un niño desarrolle las habilidades lingüísticas esperadas para su edad no son altas, y es necesario informar de estos riesgos a los padres que consideran opciones basadas únicamente en el lenguaje oral. Sin información transparente, las familias no pueden tomar decisiones realmente informadas sobre sus hijos.
Cuando las cosas no van bien para un niño, el discurso de la «decisión de los padres» traslada la responsabilidad del sistema a las familias. Si a los padres nunca se les proporcionó información precisa, recursos ni apoyo, ¿es justo culparlos a ellos en lugar de a los profesionales e instituciones que les fallaron?

Los padres necesitan la libertad de tomar decisiones consideradas y amorosas para sus hijos. Pero la sociedad también establece límites cruciales para la seguridad de nuestros hijos. No puedo simplemente optar por no usar asientos de seguridad para niños en el auto ni cinturones de seguridad, porque esas decisiones podrían tener consecuencias de vida o muerte. El lenguaje es igualmente vital. Debemos asegurarnos de que los padres bienintencionados no puedan, accidentalmente o sin saberlo, elegir un camino que prive a su hijo sordo del lenguaje y de la oportunidad de desarrollarse plenamente.
En resumen, la «libertad de elección de los padres» debería significar apoyo integral a las familias —incluyendo información veraz y acceso a recursos— y no solo una frase pegadiza para eludir responsabilidades. Padres y profesionales deben colaborar para proteger y empoderar el futuro de cada niño sordo.





